Ahí estaba el deficio más alto de toda la colonia Obrera , ocho pisos para ser exactos . Antes de entrar un par de buenos amigos nos alcanzaron , así que la noche no estaría tan sola después de todo . Una hojeada a los asistentes y ninguna prescencia incómoda nos rondaba , todos eran como nosotros , por lo cual una parte de nosostros estaba en calma . El elevador nos llevo al séptimo piso , y de allí unas escaleras prevìas a la vista más maravillosa de la Obrera , una azotea no descubierta , pues una malla fina protegìa el campo de golf improvisado para que las pelotas no se vayan varios pisos abajo , además estaba el pasto artificial , ideal para tirarnos en èl cada vez que uno a uno los grupos paraban de tocar . Arrancaron con Gallo , una cosa entre No Doubt pero mucho más hipohopera , con una gordibuena de buena voz y buenas rimas . Goma mezclaba entre rolas , comenzamos a bailar , pareciera que no paramos toda la noche , aunque al principio pareciamos los ùnicos que lo hacìan , de