Pienso en la frialdad del blanco sobre blanco, en la insinuación de algo que apenas es durante un breve momento y después no. Pienso en una falta de artificio sin reparar en la realidad absoluta por eso. Pienso en una canción que no es necesariamente fría, resuena gélida nos captura, nos envuelve a discreción desapareciendo casi de inmediato como la aurora, no sin antes presentarnos sus colores, fríos todos ellos. Pienso en las demandas de los que ante todo deciden dar el rostro. Pienso en la forma más abstracta de crear un lindo retrato de la desesperación en lo cotidiano; pienso en los underdogs y los negados, en el doloroso punto neutro de no ser nadie y aún así tener una visión. Pienso en las heridas que nunca cerrarán, en las voces que siempre sonarán desgarradas, en los pasos aún sigilosos de quien no cree en las resoluciones definitivas. Admiro a un ser frágil ante el reflector, admiro la luz quemando sus ojos y su inmovilidad ante el suceso, admiro cuando se esta al borde d